Quisiera
tirar piedritas a tu ventana. Y que te asomes.
Quisiera
decirte hola mi amor, aquí estoy. Y tirarte un beso.
Quisiera
mirarte ahí en tu ventana, dónde el sol hace un prisma en el blanco del techo.
Quisiera
verte en esa luz adyacente al platino, tan cegadora, tan bella.
Quisiera
tirar una segunda piedrita a tu ventana, que te despiertes perpleja. Y que te
asomes de nuevo para cantarte.
Quisiera
entonar las notas del lup-dup con que salta mi corazón. Hacerte un gesto
honesto, un te quiero.
Quisiera
ser el mosquito que ronda por tu cama. Posarme en el cuadrante superior
izquierdo de tu mejilla y picarte un amor.
Quisiera
ser el vino de tu copa, estar en tu boca besarte el paladar.
Quisiera
ser el viento que entra por tu ventana en las mañanas, tocarte frío la piel,
erizarte el cuello.
Quisiera
hermosa mujer, tirar una última piedrita, esa cosa arrugada, ese papelito
escrito con mi voz, que lo leas y sonrisas.
Que me veas en tu ventana, en tu
cama. Abriré la ventana. Abriré la noche. Me vas a abrazar, te quiero abrazar.
Quisiera componer en este momento con vos la armónica y dulce emoción de
cobijar el cuerpo con aromas de pasión.