Aquel hombre
recluido, solitario y pobre;
valora sus limosna personal
atado a un pasado teatral.
Compone las melodías del dolor:
“Tristeza, cálida tristeza
compañera de tiempos remotos.
Alegría, soberbia alegría
de ti solo bastan los locos.
Amor, magnifico amor
reliquia sin lucro ante tus ojos.”
La muchedumbre pasa
solo es un extraño al costado de la plaza.
Desea admirar la noble liberación de palomas,
quizás así sean sus últimas horas.
Desde el sucio lugar, ahí quedito
recorre un interno laberinto.
Se exalta al ver chispazos
de lo que fue Ofelia.
Digna de castillos y joyas,
palacios de lirios y aromas.
Recapacita de su vaga visión,
provocando sufrimiento ya por intuición.
Culpa es lo que siente
se levanta valiente,
para afrontar sus destino
y así en pie sigue con su camino.
valora sus limosna personal
atado a un pasado teatral.
Compone las melodías del dolor:
“Tristeza, cálida tristeza
compañera de tiempos remotos.
Alegría, soberbia alegría
de ti solo bastan los locos.
Amor, magnifico amor
reliquia sin lucro ante tus ojos.”
La muchedumbre pasa
solo es un extraño al costado de la plaza.
Desea admirar la noble liberación de palomas,
quizás así sean sus últimas horas.
Desde el sucio lugar, ahí quedito
recorre un interno laberinto.
Se exalta al ver chispazos
de lo que fue Ofelia.
Digna de castillos y joyas,
palacios de lirios y aromas.
Recapacita de su vaga visión,
provocando sufrimiento ya por intuición.
Culpa es lo que siente
se levanta valiente,
para afrontar sus destino
y así en pie sigue con su camino.