martes, 1 de septiembre de 2015

La montaña vista al pasar.

Profundidad de los ecos que gritan al caer en picada desde las alturas infinitas, la velocidad golpea ligeramente la materia, se siente un todo en la montaña. Vi el precipicio a un paso y caí como un disparo de aerosol. De la mitad de ayer; solo queda lo que solía ser humano, el resto es viento ahora.

Vamos abre tu boca, pronto un vértigo acercará el cosmos hasta vos.
Vamos abre tus alas y vuela sobre el mar azul, canta en el cielo y llámame si muero.

Dime un sencillo verso y llegará la aurora, toda una calma cuando ponés las manos en la inmensidad y te venís con la verdad en la marea. Ya sabés, quisiera tener agua en el alma, vivir en las olas y ser la lluvia.

Vamos abre tus ojos y mírame nadar, solo sentí las estrellas y me diste este sueño fugaz.
Vamos abre tu mente, y habla conmigo. Dame el llanto, las voces y las lágrimas que sólo vos conocés.

Espera el tiempo, siente mis gotas bailar en el ambiente, soy tu agua, soy el vapor que transforma la contradicción de fuego mi sol. Antes de todo no hubo nada, pero ahora hay un camino. Las nubes florecen y el resplandor lunar abre la noche sobre el campo de una buena memoria vista pasar.