sábado, 4 de febrero de 2017

Residuos del tiempo



Ahí vienen los ángeles a cantar, 
esa frecuencia, esa delirante frecuencia.. 
Modulación. Modulación. 

Dulce voz del viento, de los reflejos en tus ojos. 
Del destino hecho y deshecho.
 De las llaves que no abren candados, pero sí mentes.

Esas palabas directas y sin tapujos.
De Re-Evolución. 
Dónde las lenguas no se doblan y las cabezas no se agachan. 

Del consumidor hecho un niño. 
Viendo los cielos ácidos, lavados por el hielo desglaciado. 
A cada dolor humano, a cada color humano. 

Y detrás de las viejas máscaras que aún llevamos puestas, 
hay un pájaro listo para volar. 
Porque por siempre la vida tiene música. 

Modulación. Modulación. 

Los billetes volando, los titulares que nunca se detienen. 
¡Qué pasión de las ideas tales cuales son! Súper vulgares. 
UN GOL.

Y por aparte las flores crecen; 
los claveles, las azaleas, las heliconias tan hermosas. 
Llenas de soles de amor. 

Como los ojos color jade. 
Como los almendros de dulces sombras. 
Ah que tiempos, sobrantes y dispersos. 

Los segundos son un oasis.. 
Sus sombras lo son..
un oasis.. 
su boca lo es.. 
un oasis.. 
agua.. 
vos.. 
un oasis.. 
agua. 
Vida. 

Y las pinturas colgadas en las memorias,
sobre los pequeños marcos de madera en la pared,
muestran cómo era mover la vida.


Vivimos, 
nacimos; 
eso es, nacimos para vivir. 

Fácil, 
triste, 
en los residuos del tiempo.

Y quizás algunos luchan por recordar las formas 
y otros sencillamente hacen su forma. 

Ya hace un tiempo atrás que los versos se vienen cayendo. 
Cayendo en pedazos,
sobre la eternidad del espacio.