domingo, 26 de abril de 2015

La Máquina de pensar: UN ARTILUGIO ABSTRAÍDO





I.                   Fase: HAMBRE, RAZÓN E IRA.

 “…En virtud a la perfección El Dios de Cada Quién se creó semejante a sí mismo según su prototipo ideal, sin embargo cuando la ira apuñala a la razón el hombre deja de ser hombre para transformarse en polvo. Cuando el polvo nubla los ojos, la máquina de pensamientos se atasca y el humano llega a sus límites. Los impulsos entre lo cierto e lo incierto se reflejan en un rostro violento de antipatía, odio y lamento. Momentáneamente los pecados capitales son incorregibles, todo aquello establecido por la lógica y el sentido común muere, y en su cuerpo inerte se lleva el recuerdo. Al cabo de un tiempo el organismo se reprograma para volver a su estabilidad, para lo que es necesario una homeostasis  tanto interna como externa y así calmar las reacciones causadas por una maquina imperfecta, por un cerebro que aún le hace falta aceite, tuercas y una que otra pulida con la saliva de Dios...”

Algo así dijo aquel hombre de aspecto sucio y desalineado, se decía que era un ermitaño demente y maniático, había sido desterrado por sus ofensas en contra de la corrupción y manipulación del Kratos. El viejo era un miembro de alto cargo en el Consejo Supremo, y fue degradado a vivir una eternidad en la oscuridad lejos de la sociedad, el ermitaño llevaba ya 21 años dentro de la prisión donde se la pasaba en quejas y maldiciones de puros disparates. El anciano de trapos grises y de pocos dientes en su mandíbula continuó balbuceando otras de sus realidades omnipresentes mientras su mirada fija y vacía se perdía entre los destellos del fuego recién encendido:

“...Desde la concepción de un ser en el óvulo del entendimiento, se han dado varias teorías sobre cómo lograr una sociedad balanceada en temas económicos, políticos, sociales, religiosos, militares, profundizando aún más en la educación, la salud, la comunicación, el transporte, y en última instancia la comodidad personal, pero ¿cuál comodidad existe cuando un pardo de idiotas tiranos conquistan y destruyen esa libertad? QUE LOS MATEN A TODOS, QUE DESMIEMBREN A LOS MALDITOS…”

Ha pasado tiempo desde el reacomodo del universo provocado por la fisión de galaxias y las colisiones de las grandes estrellas distantes al Sol, lo cual ocasionó pérdidas de planetas con y sin vida a lo largo del cosmos. La vida en la Tierra es totalmente diferente a como se conocía en el pasado, llegando al punto que los calendarios gregorianos son obsoletos; los agujeros entre el espacio temporal han causado variaciones y dudosas formas de cómo medir el tiempo, ni siquiera la física actual puede explicar los vaivenes cuánticos que hay en órbita. Los días pueden ser de un minuto e inclusive se logra deslumbrar el sol pasar ante los ojos, hay épocas donde los días son de un año y las noches no más que un recuerdo latente. El aspecto social se vio modificado por un retroceso tecnológico a nivel mundial, la electricidad no existe y el registro del calentamiento global aumentó marcadamente, sin embargo la humanidad se vio recompensada por un súbito aumento en el existencialismo individual y colectivo.

Buscamos más allá que vida en este deteriorado planeta, estoy completamente convencido de que somos los últimos de nuestra especie. No hemos tenido contacto con personas de otras regiones en varios siglos. Hasta donde recuerdo los tres grandes continentes fueron convertidos en pequeñas islas por los terremotos colosales. Las sociedades digitales y consumistas no fueron capaces de resistir el cambio natural del planeta, pues se encontraban sobresaturadas de industrias y población, que con las primeras sacudidas la mitad de Europa Oriental sucumbió a un caos de muerte. Todos estos fenómenos trajeron graves consecuencias, como la gran lluvia ácida de los mares del Norte o las inesperadas erupciones volcánicas de los montes del Himalaya en Asia y del Kilimanjaro en África.

Curiosamente la vida continúa como por instinto a una verdadera tendencia de supervivencia. La inteligencia del planeta mostró su ingenio y una serie de islas desoladas provenientes de todas direcciones se ordenaron una en frente de otra, creando barreras naturales y aislándonos por completo.
Como parte de una deriva genética habitaban dos pueblos vecinos en algún lugar oculto entre las montañas de la antigua Centroamérica, una única aldea y una única ciudad se disimulaban por el follaje extenso y pesado de los bosques a su alrededor, creando microclimas ideales para la vida verde y semiorgánica, la vegetación creció irracionalmente, era común ver frutos del tamaño de paquidermos. Las casas, carreteras, edificios, automóviles y cualquier creación del hombre antiguo habían sido conquistados por helechos gigantes que entre rama y rama se iban reproduciendo a lo largo del territorio. Más allá de donde los ojos alcanzan a ver se establecieron los musgos briofitos en las orillas de los ríos y un increíble paisaje a lo largo de las cataratas formaba las aguas de los muertos.

Nuestros municipios intercambiaban entre sí diferentes artículos no obtenidos entre los límites de sus países. Se dividían en la región oriental, dónde era habitual hacer análisis sensoriales de los conocimientos que con cordura cada pueblerino mostraba. Vivían en una armonía extrema los unos con los otros, superando la utopía anárquica propuesta una vez, la cual entre la combinación del ser egoísta y solidario creaban la impresión de una sociedad perfecta. Era un pueblo influyente dedicado a las ciencias e historias. Eran los protectores de enormes bóvedas de arte y archivos de filosofías cómicas. La arquitectura del sitio variaba a los pocos metros de calle, desde un estilo barroco y renacentista de cúpulas de marfil y platino, hasta un impresionismo contemporáneo al dosmil quince en murales y fachadas de mosaicos con cerámica, muchas esculturas eran combinaciones del Art-land entre vidrio, óleo y arbusto. Encontraron su auge en el siglo del Mundo Renovado, después de años de evolución, selección y estudios del significativo estilo de pensar. La única ley  allí era decir o formular una pregunta. Este lugar se llamó Nuevo Infinito, unas tierras regidas económicamente por una efectiva palabra: "Si". La idea sencilla de condicionar la premisa era su forma inicial de comunicación y eventualmente su forma de obtener dinero. Así que si por ley se formulaba una pregunta y no se hallaba la forma de responder claramente, se planteaba una hipótesis existencial, de hecho está es la forma de cómo actualmente pagamos por servicios y subsidios. Puede ser trivial, pero funciona.

Por el contrario, los altos mandos del pueblo vecino eran racionales, sobrios de coraje y más sagaces a la hora de tomar una decisión, que claramente afectará su suerte a corto plazo. Es de saber que la ciudad del occidente fue llamada Sýn. Yo soy Hambre, provengo de esas tierras, pero mis padres son Neoinfinitences. Me presento como el distribuidor de comidas en el campo de trabajo. Vivo en la comunidad de Los Sentidos, aquí cada ciudadano representa una emoción. Mi posición y función es tomar el control de la ciudad en constantes ocasiones, con el fin de saciar unas breves necesidades que hay en común, comer. Esta es la energía principal para el continuo movimiento que nos armoniza. Un grupo de artesanos Neoinfinitences construyeron El Odiur un enorme campanario colocado estratégicamente en la cúspide del cerro  Kamuk, o así era como se llamaba hace unos 500 años, no estoy muy seguro.
Esta campana fue fundida con la aleación de metales más puros nunca antes vistos, su vibración y eco eran placenteras notas armónicas de bajo tono que estimulaban el oído humano, la mayoría se paralizaban al son de cada golpe, esto daba paso a conectar neurológicamente las ansias del continuo movimiento, la sistematización y la coordinación de evitar la muerte a toda costa. Sýn proviene del griego “unidos” junto con chrónos hacen referencia a la palabra sincronización, la cual es nuestro himno. TODOS PENSAMOS A LA VEZ, TODOS SOMOS A LA VEZ.
Ser el ejecutante del Odiur en la Comunidad de los Sentidos es un trabajo arduo y sumamente puntual. Al diario vivir debía levantarme antes que los demás ciudadanos y subir hasta la cumbre del cerro, la vista panorámica valía por una paga extra, ya que, era esplendida la belleza de los besos entre el mar y las rocas, en especial el Caribe. En ocasiones me perdía entre el porvenir de las olas y atrasaba la sincronización por unas cuantas micras. Aún así todo tiene su merecida recompensa, a los pocos minutos de resonancia se estaría recibiendo gran cantidad de porciones de alimentos y productos que serán repartidos 75% entre los ciudadanos y 25% almacenados para la hora del intercambio con Nuevo Infinito. Sýn es actualmente el mayor productor agrario, detrás de los muros al menos 5.000 acres fueron destinados para el cultivo y al vernos beneficiados por el absurdo tamaño de los vegetales era mucho más sencillo el transporte y cuido de los mismos.  

Como sociedad era necesario un líder o cabecilla. Nuestra guía y sacerdotisa, siempre fue sabia, cuidadosa y elocuente a la hora de hablar, una mujer que no aparenta las 20 lunas, ni los 40 días, nadie conocía su verdadera edad, ni su procedencia, sin embargo Razón de Soberbia nos sacó del caos para alimentarnos y crear la sociedad que somos hoy. Razón de Soberbia cumple y dirige el manifiesto de paz firmado por todas emociones del pueblo. El manifiesto consiste en traer diariamente imágenes y esculturas del extranjero, los habitantes al mirarlas sufren una regulación inhibitoria del hambre y caen en saciedad completa, en otras palabras es efecto antagonista a mi labor y es estratégicamente utilizada en los momentos de gran caos del pueblo, este caos es producido por los altos puntos de actividad energética que se obtiene en la exhaustiva y frecuente alimentación. Según el manifiesto se proclama un intercambio del 25% de los alimentos cultivados en las huertas por pinturas y obras de arte elaboradas en Nuevo Infinito.

Sýn contenía las esculturas anatomías más abstractas del planeta, figuras de animales, hombres y mujeres se combinaban en seres unisexuales y zoomorfos, de los cuales sus pechos emanaban las fuentes del más dulce néctar ofrecido. Una serpiente envolvía el cuerpo de la madre loba. Rómulo era Ícaro cayendo del Olimpo y Remo un capataz en la huerta de Júpiter. Los brazos de Venus pendían del parlamento y sostenía a Neptuno que castraba a sus hijos gigantes más allá del mar. Del rompecabezas nació El Abstraído, fascinantemente era la escultura simbolista de la comunidad, postrada sobre la plaza pública en un edén de pan y cannabis.

No obstante, el universo seguía su rumbo hacia la estabilidad y un día todo cambió, inesperadas situaciones se presentaron a la vez, la sequía más grande de la época tuvo un impacto directo en los cultivos, ni las plagas egipcias eran comparadas con la inanición del Sýn. Las tierras y huertos se volvían polvo al tacto. Las reservas mantenidas en grandes barriles de cristal era lo único que quedaba de alimento, según los cálculos del Consejo Supremo las bodegas almacenaban no más de dos semanas para dar de comer a los ciudadanos con lo justo y necesario. El calor era semejante a tener el sol junto a la luna, la plaza pública era una parrilla pública y los hombres un animal más para asar.

Se sabe que las sequías siempre causan problemas, pero en está ocasión fueron más que temas de salud y resistencia. Las personas estaban perdiendo la sincronización y sus roles dentro de la comunidad fueron alterados drásticamente, se veía venir una revolución y más cuando todos pasaban de trabajo y hambre, a exigencias furiosas y huelgas descontroladas. El Nuevo Infinito se hallaba en desgracia, el Consejo Supremo decidió romper el acuerdo entre los pueblos, recuerdo que en los límites se podía ver filósofos y escultores muriendo de caquexia. Bárbaramente algunas personas cayeron en canibalismo, ciertamente no hubo compasión por nuestros vecinos. De repente todo empeoró y las alarmas de metal chillaron, esto solo podía significar una cosa, la Ira del Nuevo Infinito iba a atacar.

Aunque estaba prohibido conocer acerca de los Neoinfinitences, mi madre relataba historias de sus personajes. Ira era la representación del caos dentro de la Comunidad de los Sentidos. Según las viejas lenguas era un hombre anciano, arrugado y pálido, de largo y plateado cabello, con cicatrices en todo su cuerpo, pues fue mutilado por sus atrocidades, su expresión era maligna y corrompida por todo el odio humano. Dicen que fue rearmado sobrenaturalmente por un maestro ocultista y si es de dudosa procedencia este impuro humano, cae la lógica que el mismo se sanó en el calabozo debajo de la plaza Espiral en el centro del Nuevo Infinito. Mamá contaba que Ira no era un hombre, ni un fantasma, ni un dios, ni un demonio, era simplemente el impulso de la demencia en pleno caos.
Las alarmas de metal eran bandas colocadas a lo largo de los muros de la ciudad y solo sonaban cuando Ira despertaba y se apoderaba de la sincronización. Decía que la demencia era un mito y las alarmas que nunca sonaban; una decoración en forma de láminas de espejos metálicos obsequiados por los Neoinfinitences. Pero no hay mito, ahora comprendo la severidad del problema, pues la densidad del sonido era muchísimo más agudo e impactante que el de El Odiur, un chillido paralizante y escalofriante, el grito de la Ira.

Fue entonces cuando llegó la noticia de que la señorita Razón de Soberbia entraría en acción, al parecer ella aplicaría su lógica y elocuencia para calmar a Ira, aun así dentro de la máquina de pensamientos no todo sale según lo planeado.
Razón se plantó fuerte y valientemente ante Ira, lo llevó más allá de los muros de Sýn y Nuevo Infinito, en un campo desértico cerca del Pacifico. Ella sabía que su vejez era obstáculo y que sus teorías, tácticas y análisis iban a ser destruidos por Ira en cualquier momento, convocó todos sus conocimientos y hasta hechizó algunos conjuros de un libro medieval y deshojado, todo fue en vano, el calor, el hambre y la deshidratación la sofocaban. Fue una imagen cruda, grotesca e impune ante los ojos de cualquier Sapiens. Inerte su cuerpo permanecía allí tirado, tierra y sangre vestían su descubierto cuerpo, sus ojos se veían cada vez más desorbitados, secos y amarillentos, sus labios partidos parecían que diría algo, pero solo murmullos de dolor se entendía. La herida en su pecho se apreciaba abierta y desgarrada, es como si el corazón fuese arrancado con las uñas y dientes,  se lograba ver venas y capilares al descubierto y sobre ella a unos 15 metros volaban aves carroñeras que anunciaban su muerte en ronda diurna. El clima era sumamente pesado y su cuerpo desnudo se notaba quemado por ampollas y burbujas de relieve pronunciado.

Esta fue la pintura de oleo que ese día nos mostró el Nuevo Infinito, no sé si fue una burla o una advertencia, pero venía firmado por Ira y junto al cuadro una carta dirigida a mí. Quedé totalmente sorprendido al verme involucrado, ahí me hallaba yo. El Hambre de la Comunidad de los Sentidos, frente al Consejo Supremo. Esposado, escupido y juzgado como un criminal. Pues la carta decía:

“Hambre, hijo de mi sangre. Vuelve al trono que pertenece a tu mano, los anillos del volcán están en tu lengua y el viejo ermitaño de los dará, con ellos puedes venir como la Gula del sistema y tu madre la nueva Lujuria del parlamento. Venid hijo, que los secretos del rey se te será heredados y así podrás ser tú, el verdadero Artilugio de esta máquina de pensar.”

miércoles, 22 de abril de 2015

Paleta cromática.

Se echó una carcajada, carros y camiones en un ruidoso sonorama construían los ecos del lugar. No importa que cosa fuera, lo importante era el fragmento de metal que rechinaba entre los crepitantes llantos del ladrillo. Una acera desquebrajada, unos dientes en el piso, pedazos de calcio y fosfato manchaban el gris del concreto como una pintura de Pollock. Paralelo a la alusión de vida que tuve ayer. El conjunto QRS y su comunidad de ondas marcaban la cardiografía del planeta, un lub-dub pesado al son del motor. A diario siento calambres en mis pies, la cosquillosa gangrena entre las costillas y un amor por el tarro de pintura enriquecido con cobalto y leche, es lo único que me sienta bien en las mañanas:

"La grandeza de la plenitud podría mover mares, el agua de sal tan frágil para un pintor de palabras. Y hay palabras que me gustan pintar cada segundo, buscando una paz escondida entre ellas.  Usar pinceles y trazar líneas que me lleven al centro del cosmos. Un sol como bombilla, una supernova que estalle en mi cabeza. Luces que figuren como elogios para la mente brillante detrás de esta galaxia. Creo que en aislamiento hay confusión, pero se desenrrolla en la zozobra de la tierra, como una madre que aconseja a su creación. Espíritu primero, carne de segundo. Como los dolos de este escrito, a veces amenazando la calidad y lógica del arquitecto sentando del otro lado y sin embargo sabe que en lozanía estamos, listos para reencarnar como árbol y sencillamente ser parte de esa plenitud inmaculada."

Pasado el tiempo, los sujetos adoptaron mi costumbre. Ahora la leche enriquecida con cobalto era industrializada, las vitaminas quedaron en el pasado. Un paisaje fotografiaba al humano, inversamente los colores describían la situación: Los dientes ya no eran necesarios, teníamos escamas en la espalda y la palabra realidad era el mito de dormir para los niños. La locura consumía al bárbaro, supuestamente queríamos ser civilizados. De golpe las torres y pirámides caen, los espectros fantasmagóricos brillan y la oscuridad es cromática con el rojo, el sol es el nuevo dios, el ruido la resonancia del que fue humano..

jueves, 16 de abril de 2015

Es la locura del Sol.

Larga vida al sol, que es el escudo del filósofo heliocentrista, del comensal recién llegado a la última cena. De un sonoro eco sabor a fuego. ¡Cinestesia para Rimbaud! Larga vida al sol, que brilla y deslumbra los cuerpos desnudos de esos; tus árboles secos, que refracta el agua del arco iris en plena lucidez térmica; larga vida al Sol que es la vitalidad del arquitecto, el centro electromagnético y la voz del cielo. Larga vida al Sol, que es símbolo de libertad. Larga vida al sol, que es el hijo del viento y del calor. Recuerdo a la radio, la gravedad, el alquiler barato, a Nerón quemando las ciudades, los circos y los pobres romanos también, clásico romanticismo de un chiste negro, es el mismo humor que el incendio de Alejandría. Es la locura del Sol, el delirante plasma entre las manos. Larga vida al Sol, que levita sobre las cabezas. O más bien es una cabeza sobre el cuerpo de la Tierra. Su luz en 8 minutos toca el Abril tus pechos y la sombra de las palabras. Vaya idealista y quijotesco amor. Un zoom de día y bang de noche, tan modulante como la historia de los ojos de agua y las risas de terremoto. Es la locura del Sol. El Fototropismo humano.