viernes, 22 de septiembre de 2017

Vagando en el siglo XXI


Historia es el nombre de los recuerdos humanos. De iniciar a contar una Era. Muchísimos años antes de "Antes de Cristo".

Historia es la música con que se toca un instrumento y le da play al cuerpo. La historia vivida en los ojos ajenos, las extrañas versiones contadas por maestros, lo dicho e incierto. Historia es la toma del espacio, de los hechos transcritos. Del objetivo racional que alcanza la evolución del gen pensativo. De la teoría marcada por la espiral de Fibonacci y la energía libre de Tesla. Historias son aquellas donde un extravagante personaje lanza su discurso de ser y no ser, de los trabajos logrados por Marx y Engels y esos cimientos existenciales del niño creciendo cruelmente en la realidad de un adulto. Historia es eso que en todas las ciencias, se plantea una presencia y su porqué de estar. Y solo para darse cuenta de algo, cuenta con numerosos artículos que en el plano metafísico del intelecto realiza un versus con el tiempo y espacio, donde todo se vuelve efímero y frío. Como una historia congelada. Como haber tomado la foto en el momento de su acción. Como las palabras anteriormente dichas por otros arquitectos. Y es que hay infinitas posibilidades de existir, que curiosamente terminan siendo historias paralelas a la verdad natural. Curiosamente me perdí en la historia moderna, aprendiendo a jugar con el tiempo:

Hoy. Fue. Ayer. De repente. Es. Mañana. Y entonces. Antier. Será. Ahora. Cuando. Siempre. Ha sido. Pasado mañana. Y es que a veces. Nunca. Está siendo. Lo que. Hace un segundo. Pasó. A Ser. Todo. Y. Nada. Y. Ya.

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